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IZASKUN ORIVE AIZPURU
Intelgiencia Artificial - Transformacion Digital – Industria 4.0
Mi nombre es Izaskun Orive Aizpuru, Ingeniera Industrial colegiada desde hace ya bastantes años, pero creo que lo que realmente me define es que soy una proyectista convencida. Siempre digo que estudiaría esta carrera una y mil veces, pero también tengo una vena muy creativa, muy artista. Una que me lleva a crear e idear proyectos desde cero y a darles vida, y eso es a lo que dedico desde que empecé mi andadura profesional: a dar vida a proyectos.
Hace unos años, se cruzó en mi camino Iñigo Echevarría, con quien he hecho un gran equipo (cada uno con sus zonas de genio), y me ha ayudado a impulsar todas esas iniciativas en las que nos hemos embarcado como colaboradores.
Kopuru es muestra de ello: hemos aunado su visión del mundo técnico, estratégico y su escucha de necesidades de la industria, con mi parte creadora, marketera y más ingenieril, para impulsar este proyecto que, hoy, está creciendo tantísimo.
Desde hace ya un tiempo, la transformación digital es un proceso estratégico que las empresas y las organizaciones están adoptando y utilizando tecnologías digitales para mejorar y optimizar sus operaciones, modelos de negocio, productos y servicios.Todas las áreas de una organización se están viendo impactadas por la transformación digital 4.0.
¿En qué actividades de la industria consideras que pueden aportar más valor a las tecnologías digitales?
Creo que la tecnología tiene el potencial para aportar valor en cualquier área de la empresa. Lo realmente importante es que el objetivo para implementarlas está alineado con los objetivos estratégicos de nuestra organización, y que no nos dejemos llevar por esta “ansiedad digital” que nos rodea. Se trata de un mundo muy cambiante que va a una velocidad difícilmente manejable para las empresas, con lo cual, tener un plan, un objetivo claro e ir bien acompañado para desarrollar este tipo de soluciones en la organización, son reglas básicas. del juego.
La clave es saber qué se necesita, estudiar muy bien el problema a resolver, y sobre todo, saber cómo medir esa recuperación de la inversión que realizamos.
¿Cuál crees que es la tecnología digital que más impacto está teniendo en el sector industrial?
Bajo mi punto de vista, la Inteligencia Artificial, Machine Learning, o ya más concretamente el Deep learning, están siendo ahora las grandes protagonistas.
La industria lleva mucho tiempo recogiendo datos de todo tipo: datos de proceso, de máquina, del entorno, de calidad de los productos, de inventarios, de eficiencia, económicos... En algunos sectores, esa primera fase de describir su negocio en base a los datos y entenderlos en detalle ya está superada. Ahora la industria busca ese siguiente paso, que consiste en tener sistemas “datadrive”: sistemas capaces de aprender en base a sus datos y que les permitan tomar cada vez mejores decisiones, que alimentan sus sistemas.
Eso sí, antes hay todavía mucho trabajo que realizar (que a nadie le entre la ansiedad digital, por favor). Muchas empresas aún están descubriendo el potencial de su información, y este es un paso clave para seguir dando pasos en esta dirección. Implementar sistemas IOT, analizar la calidad de los datos recogidos, establecer nuevas estrategias de captura de información, o realizar las primeras pruebas de concepto para validar esas hipótesis sobre el potencial que tienen nuestros datos, son muy buenas prácticas para ir avanzando con paso firme.
La Inteligencia Artificial (IA) podría ser el hito más representativo de la Industria 4.0 y su impacto. La revolución de la IA está transformando principalmente nuestra sociedad. Su influencia se vuelve cada vez más significativa en todos los aspectos de nuestra vida diaria. Esta tecnología está presente en prácticamente todos los aspectos de nuestro entorno, alterando significativamente los procesos comerciales e industriales. Son muchos los sectores que se están viendo directamente afectados por los continuos avances de esta tecnología.
¿En nuestro territorio, ¿cuáles cree que son los sectores más afectados por el impacto de la inteligencia artificial y por qué?
Si nos atenemos únicamente al mundo industrial, creo que uno de los sectores donde está impactando (en positivo) más la IA es la automoción y la fabricación avanzada. Sencillamente porque son sectores que siempre han sido punta de lanza en materia de innovación y tecnología a todos los niveles, y contaban con los medios y la trayectoria para implementar estas soluciones con éxito.
También creo que la IA tiene algo de paradójico en esta revolución industrial que nos asalta y es que, a diferencia de las revoluciones anteriores, no ha venido a cambiar sólo la forma en que producimos, sino también, la forma en que Nosotros y gestionamos, dando apoyo a toda la cadena de valor de la industria.
Por este motivo, veo que el potencial que tiene va más allá de sectores o áreas de la organización. Creo que incide más en según el tipo de empresa, su tamaño y su capacidad económica, más que en el sector.
Eso sí, como todo cambio, abre infinidad de oportunidades que las empresas, independientemente de su tamaño, deben intentar aprovechar, o al menos, entender para buscar ese camino hacia la adaptación.
Ahora se habla de un salto en esta tecnología. Se empieza a diferenciar entre la IA antigua/tradicional y una nueva IA generativa.Esta última es una subsección revolucionaria de la inteligencia artificial que no solo procesa información, sino que crea contenido nuevo y original. Una tecnología capaz de diseñar, innovar y, en ciertos aspectos, aplicar “creatividad”.
Bajo tu punto de vista, ¿Significa esto que el factor humano va a perder relevancia en las empresas? ¿Crees que esto podría ser una amenaza o una ventaja para las empresas del territorio?
¡Se abre debate! Este es un punto complejo y que genera además mucha controversia. Hablamos con muchas empresas y en todas sale el mismo dolor o miedo: “organizaciones que no están preparadas para este cambio de paradigma”, “cambio cultural”, “resistencias al cambio”, “mi equipo siente que se le sustituye”, “siempre se ha hecho así”…
Desde luego, vamos a dejar de hacer las cosas como las hacíamos, pero esto lleva pasando toda la vida. Ahora la clave está en aprender a usar la tecnología como un apoyo. Para los profesionales llega la era del “trabajo colaborativo”, ese en el que los datos y sistemas capaces de aprender en base a históricos, nos ayudarán a desempeñar nuestro trabajo de manera más eficiente y ágil.
También creo que la componente humana no puede perderse. La gestión de emociones, las decisiones basadas en tripas (que a veces son necesarias), o incluso la creación de nuevas soluciones cuando aún no hay evidencias previas de ello, deben ser nuestra labor, y donde debemos seguir aportando valor. Pero si vamos acompañados de sistemas que nos dan apoyo, y que hacen más efectiva la mano de obra, mucho mejor.
El reto aquí está en que cambia la forma de trabajar, de aportar nuestro valor y de entender cómo esos sistemas pueden ayudarnos, pero creo que la resistencia al cambio es parte del proceso. El truco está en hacer una buena gestión de ese cambio cultural en la organización, que está liderado por la dirección, pero que incluye a cada una de las patas de la empresa, y que poco a poco, e implicando a los equipos, se establecerán soluciones donde todos puedan percibir ese beneficio. Y por supuesto, formación constante.
Como todos sabemos, hace aproximadamente un año, surgió una Inteligencia Artificial conocida como ChatGPT. Esta tecnología no solo puede comunicarse con las personas, sino también mantener conversaciones de manera fluida y adaptada a su interlocutor. Una herramienta que puede proporcionar cierta información, de una manera inmediata y en la mayoría de los idiomas. Todavía no tiene capacidad de tener opiniones o pensamientos, pero se espera que la tecnología de lenguaje generativo evolucione y mejore con el tiempo.
¿Qué opinas de ello? ¿Cómo podría afectar a las consultoras o empresas como la tuya?
Creo que no podemos perder de vista que la IA generativa es capaz de construir en base a mucha información que extrae de grandes bases de datos. Datos que han sido generados a lo largo de muchísimos años por el ser humano, y que, además, están cargados de sesgos: políticos, sociales, económicos, culturales, religiosos, etc. El uso de IA generativas para hacer mejor nuestro trabajo creo que será clave, pero ¿qué ocurre si nadie sigue alimentando esos sistemas generativos con información de calidad? ¿Qué pasa si dejamos de corregir y evaluar a ChatGPT? Pues, es muy probable que la información que obtengamos sea peor y más sesgada.
Tenemos la responsabilidad como consumidores de usarla bien. Como cualquier sistema de Machine Learning que implementaríamos en nuestra empresa, uno de sus puntos clave es la mantenibilidad, donde evaluamos si los datos que siguen entrando en el sistema son de calidad y razonables, ya que esto condicionará tanto la salida, como el propio. modelo, que sigue aprendiendo.
Con la IA generativa pasa exactamente lo mismo: si no la corregimos, evaluamos y ponemos en tela de juicio lo que nos está aportando, estaremos condenados a consumir información cuya calidad será cuestionable.
En cuanto a la capacidad de construir opiniones, pensamientos propios, o incluso representar emociones, personalmente creo que nunca llegará a desarrollarla al mismo nivel que un ser humano. No olvidemos que la IA se basa en reglas que va afinando en base a los datos que entran. En nuestro caso, una emoción está sujeta a tantas variables, donde en muchos casos, no reaccionamos de la misma forma dos veces ante una misma situación, que aún creo que es difícil replicable (aunque, quien sabe, me dejo sorprender).
¿Qué nos depara en el futuro la IA? ¿Considera que es necesario establecer regulaciones y directrices éticas en este campo?
Por supuesto, y aquí veo uno de los grandes problemas. Si hablábamos de la velocidad de las empresas para poder abordar la IA, que está años luz de la velocidad que tienen la propia tecnología y las BigTech, en materia legal, el ritmo es otro totalmente distinto.
Cada día salen nuevos avances, algunos de ellos, cuestionables desde el prisma de la ética y la moral, pero que si no están regidos a nivel legal, se quedan en eso: en prácticas cuestionables. Todos sabemos los riesgos que entraña que pueda crearse un vídeo a través de la foto de una persona, o que pueda replicar la voz de un ser querido, pero ¿dónde está el límite entre una aplicación curiosa y una práctica? ¿Practica que entraña muchos riesgos y puede suponer una brecha para nuestra propia seguridad?
Necesitamos un marco que asegure que se desarrollen soluciones basadas en IA en un ambiente seguro y controlado. De hecho, este mes de marzo se aprobó en el pleno del Parlamento Europeo el Reglamento de Inteligencia Artificial, que por lo visto, entrará en vigor a final de año.